Cada día las cámaras fotogramétricas son más económicas, ligeras, precisas y flexibles, lo que está permitiendo a empresas de todo el mundo comenzar en el negocio de la realización de vuelos fotogramétricos desde drones, helicópteros o aviones, hasta el punto de que el mercado ha pasado de unas pocas grandes empresas especializadas a miles de nuevos actores.
Para muchos parece fácil hacer una inversión en hardware para la captura de datos, abriendo una gran cantidad de posibles aplicaciones finales que se pueden derivar de los vuelos fotogramétricos, pero siempre es difícil transformar estos datos brutos en valor a gran escala.
Las empresas de vuelos con experiencia tienen sus propios departamentos internos para la generación de ortofotos y productos fotogramétricos derivados, pero esto es muy costoso, con el problema añadido de no tener trabajo para todo el año, pero cuando se tiene trabajo suele ser más del que se puede absorber internamente debido a los cortos plazos de entrega, y a las posibles complicaciones que pueden aparecer. Por este motivo, cada vez más las empresas de captura de datos tienden a reducir los costes fijos en departamentos internos para la generación de productos fotogramétricos, externalizando el servicio en empresas muy especializadas como DIELMO 3D.
Sin embargo, muchas veces los nuevos actores abordan la captura de datos con gran profesionalidad, con drones que vuelan en RTK y cámaras fotogramétricas de última generación, pero caen en el error de subestimar los trabajos de procesado de datos y pensar que un producto totalmente automatizado será suficiente para ofrecer productos competitivos, pero pronto se chocan con la realidad de que los clientes finales demandan productos precisos y fiables.
Desde nuestro punto de vista, el principal problema proviene de la nueva ola de «automatización» que están fomentando algunas empresas. Estas soluciones automatizadas suelen funcionar bien con zonas pequeñas, hasta que se aplican a proyectos reales de gran superficie donde aparecen problemas inesperados que se deben de resolver en poco tiempo.
La realidad es que los proyectos de topografía de alto nivel siempre requieren de expertos que aporten valor añadido a los datos brutos obtenidos. A la larga, hacer las cosas bien es una garantía de permanencia en el mercado, contra aquellas empresas que prometen más de lo que realmente pueden cumplir con «soluciones automatizadas».
Contando con expertos externos en la generación de ortofotos y productos fotogramétricos derivados como DIELMO 3D, las empresas de vuelo se pueden centrar en su negocio y reducir costes fijos, al mismo tiempo que mejoran la calidad y cantidad de productos personalizados que pueden ofrecer a sus clientes.
En conclusión, podemos decir que un producto totalmente automatizado no es la mejor opción para competir en calidad y que la subcontratación del tratamiento de datos a empresas poco fiables es siempre una fuente de problemas, por lo que la clave para tener clientes recurrentes es contar con empresas como DIELMO 3D que cuentan con una gran experiencia y que ayudan a empresas de vuelo a aportar valor a sus datos con una garantía de calidad y a unos precios muy competitivos.